La historia de mi vida comienza en las primeras horas de la madrugada de un viernes 16 de junio de 1972. (Adivina que día era cuando naciste). Mis padres me pusieron de nombre Juan José, pero desde los primeros días mi madre me llamó Jose, así que siempre he utilizado mi segundo nombre. | |
Desde muy pequeño ya me interesaba por el
mundo de la electricidad y la electrónica; mientras mis amigos jugaban con
cochecitos, balones, cromos, etc… yo “destripaba” linternas para aprovechar la
pila y la lamparita de su interior, y así construir mis primeros circuitos. Los
cochecitos eléctricos que por aquel entonces comenzaban a aparecer, poco
duraban cuando caían en mis manos, lo interesante para mi no era jugar con
ellos, si no ver el contenido de su interior y descubrir el por qué de su
funcionamiento. Esto tenía sus inconvenientes, a los tres días de regalármelos,
los juguetes dejaban de ser tal, para convertirse en un montón de piezas
sueltas, con el consiguiente enfado de mis padres; claro que para mi comenzaba
entonces la verdadera diversión. | |
Cada vez era mayor mi interés por todo lo relacionado con la electricidad, y en 7º y 8º de E.G.B. visitaba con frecuencia la biblioteca del colegio para leer los libros que sobre esta materia tenían en ella. Como la vocación estaba en mí más que clara, al finalizar E.G.B. me matriculé en F.P. rama electrónica; ahora si que estaba aprendiendo electrónica de verdad! | |
A los 15 años, mis compañeros de curso me
hablaron de que ellos eran radioaficionados y por las noches tenían largas
charlas por radio con otros colegas con los que compartían experiencias y
realizaban pruebas de antenas, equipos, circuitos autoconstruidos, etc. Estaba
claro que me llevaban ventaja, había que ponerse las pilas para estar a su
altura y poner en práctica los conocimientos que estaba adquiriendo. Pronto negocié con uno la compra de uno de aquellos talkys de C.B. con canales a cristales de cuarzo. Solo tenia 2 canales y ellos siempre estaban en uno de los que yo no tenia, pero a eso pronto le puse solución; visita a la tienda de componentes y asunto arreglado. Era fascinante escuchar a mis compañeros por un cacharro tan pequeño, (ahora me parecería enorme comparado con mi TH-D7); y además poder hablar con ellos. Había nacido en mi la afición por la radio!!! | |
Como no vivía en la ciudad, (estaba a 12Km.);
con la pequeña antena del talky solo podía trabajar a un par de ellos. Había
que conseguir una antena de base para 27MHz. | |
Tras finalizar los estudios los objetivos
habían aumentado considerablemente, la radio pasaba a un segundo plano, era más
importante tener coche, salir de juerga con los amigos de la pandilla, ir de
copas, tener novia.... | |
Preguntando a vecinos y conocidos llegó la primera
oportunidad laboral; técnico de mantenimiento en una fábrica. No estaba mal
para empezar. Pero tras 3 semanas trabajando descubrí que mis posibilidades de técnico de mantenimiento y los objetivos del jefe tenían caminos separados, él me limitaba a uno más de producción. Como la vocación seguía clara y el éxito de los estudios así lo demostraba, no podía conformarme con aquello; y después de agradecer la oportunidad que me habían dado, salí por donde entré, con la mente clara en buscar un trabajo en lo que de verdad me gustaba, la electrónica. | |
Segunda oportunidad; técnico de climatización. Dos semanas en la empresa y todos los equipos de control de calderas de calefacción y A.C.S. reparados después de pasarse meses allí tirados en una esquina. Premio del jefe por tanta eficiencia: “mientras no está lista la nueva instalación, vete echar una mano al fontanero”. De nuevo la decepción, aquello tampoco era lo que quería, había que seguir buscando. Pero como de todo se aprende, teníais que ver lo bien que me han venido aquellas experiencias a la hora de montar mi antena de aro magnética con tubo de cobre de fontanero, soplete en mano. | |
Y como suele decirse, a la tercera va la
vencida; técnico de ofimática, equipos de oficina (fotocopiadoras, fax,
impresoras, ordenadores, etc); ahora si estaba en el sitio adecuado. Tres años
en la empresa y ya era el encargado del departamento técnico. Iba por el camino correcto, pero como siempre tiene que haber un “pero”, las posibilidades de prorroga se agotaron y hubo que irse a cumplir con la patria. Al volver tenía claro donde me iba a reincorporar, pero justo un poco antes apareció la oportunidad en una empresa recién creada y dedicada al mundo de la electrónica industrial y la automatización (autómatas programables, robótica, control industrial, etc.). Tomé entonces la decisión de empezar en esta nueva empresa en vez de reincorporarme a la anterior, fue una buena decisión, y desde entonces aquí sigo; los conocimientos y experiencia acumulada resultan sumamente gratificantes. | |
Así fueron pasando los meses y los años, con
la radio un poco apartada, aunque nunca desapareció; de hecho me compré en esos
años un receptor de amplia cobertura con el que solía escuchar utilitarias; y
por su puesto a los radioaficionados en las diversas bandas (HF, VHF, UHF). El tiempo seguía pasando y sin darse casi
cuenta los nuevos objetivos estaban cumplidos, tenía un trabajo estable, mi
coche empezaba a quedarse viejo, las juergas con los amigos ya eran rutinarias,
al salir de copas “empeoraba la salud”, los famosos “primeros cuarenta días de
amor eterno” con la novia ya quedaban lejos, en fin… que un buen día, como la
afición por la radio seguía ahí, buscando en Internet fui a parar a la página web
de una asociación de radioaficionados, | |
Ya os podéis imaginar el resto, descarga inmediata de los programas (AGWPE y UI-View), instalarlos en el PC de casa rápidamente, desempolvar el receptor y preparar un simple cable de audio para meter el sonido desde la salida de auricular a la entrada de micro de la tarjeta de sonido del PC, e… Increíble! Funciona! La pantalla del PC se iba llenado de iconos con el indicativo de las estaciones, y se podían enviar mensajes de texto entre ellos! | |
La afición por la radio aparecía de nuevo en
mi, pero esta vez con más fuerza, los modos digitales me encantan! Ahora si que tenía claro que debía dar un paso más, no podía conformarme con ser un mero “espectador” del sistema; había que poder “transmitir”. Un poco más de búsqueda de información y
visita a Teleco para solicitar la inscripción en la prueba para el diploma de
EB. Como habían cambiado los tiempos, que cierto es ese dicho de que “la diferencia entre un hombre y un niño está en el precio de sus juguetes”. Esta vez no había que dar explicaciones del precio del “juguete”. | |
Los modos digitales me fascinaban, lo del APRS me parecía súper
interesante; así que por aquel entonces la elección fue fácil, me compraría el
Kenwood TH-D7, que además de ser bibanda era portable, como a mi me interesaba. Un pequeño viaje a una tienda del ramo en la provincia de al lado, y regreso a casa con el TH-D7, mas una antena de móvil Nagoya también bibanda; para quitarle todo el partido al talky. Nada más tenerlo, visita de nuevo a Teleco para solicitar la licencia. Pero ya se sabe que “las cosas de palacio van despacio”; y la impaciencia era grande. Durante esa “larga” espera por el indicativo solía escuchar el R7 y también seguir monitorizando la actividad en APRS. Como es lógico, los indicativos de los más asiduos empezaban a ser conocidos para mí. Sus voces, que me llegaban vía R7, se hacían “familiares” y ya era capaz de asociarlas con su indicativo. Pero la esperada licencia seguía sin llegar, y unos días antes de recibirla no pude contener las ansias de probar si era capaz de trabajar en la red APRS; lanzo la baliza de mi posición como EB1 “a secas”, y el digi EB1F la repite sin problemas; y allí estaba el bueno de Ángel, EA1CI; respondiéndome con un mensaje de texto para preguntar quien era “aquel intruso”. Y así fue mi primer QSO “extraoficial” en APRS; gracias amigo Ángel (EA1CI) por tu comprensión. | |
Dice el refrán que “no hay mal que cien años dure”,
y la esperada licencia llegó. El indicativo que se me asignaba era, y sigue
siendo, EB1DGH. Justo por aquellos días estaba convaleciente
de una intervención quirúrgica, y no salía demasiado de casa; eran estupendas
aquellas horas de radio con los colegas. Pero una vez recuperado, pude acudir
al Radio Club y por fin ponerle cara a todas aquellas voces. | |
El mágico mundo de la radio me tenía
enganchado, había que seguir creciendo, no podía quedarme estancado; el
siguiente paso era conseguir el diploma EC para poder comprar un equipo de base
y tener acceso a El bueno de Juan, EA1BAF; se armó de paciencia para ayudarme a aprender la, en aquel entonces, indispensable telegrafía par obtener el título de EC. Un año mas tarde (febrero de 2002) de obtener mi primer diploma EB, conseguía el EC. De nuevo necesitaba un equipo para poder solicitar un indicativo y así trabajar las bandas de HF. Siguiendo los consejos de Ángel (EA1CI) me decidí por el Icom 706MK2G. Tenía “todas” las bandas y todos los modos, era compacto y se podría usar tanto en base como en móvil; en fin, se adaptaba a lo que me proponía para seguir disfrutando de la radio. | |
Después de ver precios en diferentes tiendas, me decidí por
comprarlo de segunda mano a un colega de EA3 que lo vendía. De nuevo visita a Teleco para solicitar la licencia EC; y como
no, la esperada licencia se demoró unos meses en llegar, pero esta vez ya no
importaba tanto, pues mientras, lo usaba en V y UHF. | |
Inolvidable fue también participar junto con los
colegas de | |
Desde luego me gustaría disponer de más tiempo
libre para poder disfrutar de esta didáctica afición; y poder compartir con los
colegas de | |
Continuará… |